jueves, 8 de julio de 2010

Festejo Madrynense.



Tras ganarle a México en los octavos de final, Argentina pasó a cuartos. Los argentinos festejaron de diversas maneras, en todo el mundo. En Madryn se reunieron en la plaza San Martín y en el monumento a La Galesa y hubo incidentes causados en su mayoría por jóvenes. Estos incidentes, claramente son un llamado de advertencia para la sociedad.

Sudáfrica 2010. Luego de un repechaje que pudo haber dejado a Argentina afuera de este mundial, a pesar de las “grandes estrellas futbolistas” que hay, este país se consagra primero del grupo B, en la primera fase del torneo. Pasando así a octavos de final, en donde enfrentó a un rival confiado en su propia selección: México. La selección logró ser superior y mostrar mayor experiencia en la cancha, aunque para algunos periodistas “no fue el mejor partido”, alcanzó para la victoria rotunda de Argentina, por un 3-1 y pasar a cuartos de finales, donde enfrentará a Alemania.

Los pases de ronda, fueron sin duda un gran logro, y los jugadores dejaron en claro que quieren la copa del mundo. Tras cada victoria, los argentinos de todo el mundo festejaban eufóricamente. Se reunían en plazas, ramblas, monumentos o cualquier lugar, automáticamente después del partido.

Los madrynenses no fueron la excepción. Tras el partido contra México, la plaza San Martín y el Monumento a La Galesa fueron los lugares con mayor concentración de hinchas. En bicis, auto, camiones, camionetas o caminando; del San Miguel, del Barrio Sur, del Pujol y de toda la ciudad, no importo como llegar ni tampoco hubo distancia para salir a festejar. Aunque no todo fue festejo.

Si bien muchas familias y habitantes fueron a festejar tranquilamente, otras personas, en su mayoría adolescentes según dijo la policía a los medios, aprovecharon esta ocasión para hacer destrozos a la propiedad pública. Rompieron comercios y el enrejado de La Galesa. ¿Con que fin? ¿Qué es lo que los motiva a romper propiedad pública o ajena? La verdad no sé, no se me cruza por la cabeza un porque. El monumento a La Galesa, no solo es una estatua que mejora y embellece la vista de la costanera, sino que también representa parte de la historia de Madryn, es decir, de todos nosotros; los que nacimos, los que viven hace poco y los que se criaron sin ser de acá.

Pero yo no los llamaría “vándalos”, como sí lo hicieron los medios locales. Los llamaría, ignorantes. Si, ignorantes sería la mejor palabra para describirlos, porque no se dan cuenta que si destrozan los monumentos, las plazas o simplemente ensucian la ciudad, están destruyendo y ensuciando sus propias pertenencias.

El domingo 27, cuando se presentaron en la plaza, actuaron como falsos argentinos. Vieron el partido, festejaron y se mezclaron entre la alegría de la gente, talvez hasta se contagiaron de ella por un rato. Algunos habrán sostenido la bandera, que algunos fanáticos hicieron especial para ese día u otros simplemente habrán observado desde afuera hasta el momento de actuar.

Por unas pocas personas, el festejo se vio interrumpido, tuvo que intervenir la policía y más de uno, ajeno a este tipo de hechos, pasaron un mal rato. Si bien la policía detuvo a varios de los autores de los destrozos y robos, al ser todos menores, se los entregaron a los padres, sin recibir reprimenda alguna de la justicia y seguramente tampoco recibirán castigo de sus padres.

Como son menores, pueden deshacer y hacer a su antojo y cometer todos los delitos que quieran, porque no habrá castigo para estos chicos que rompen con la paz de la sociedad. Tal vez tengan problemas en su hogar, problemas de atención o cualquier cosa, pero eso no nos obliga como sociedad a hacernos cargo de ellos y tener que hacernos cargos de sus actos. Los comerciantes que fueron asaltados y maltratados, no pudieron hacer nada contra ellos y no hay justicia que los ampare tampoco.

Los robos y destrozos cometidos luego del partido, es solo un reflejo de lo que nos esta pasando como sociedad. Es un llamado de atención que debemos tener hacia la juventud, que evidentemente algo les pasa, ya sea por que no se sienten parte de la comunidad madrynense o porque quieran llamar la atención. ¿Pero quien debe hacerse cargo de esos chicos? ¿Porque la sociedad debe lidiar contra estos jóvenes problemáticos? Algunos dirán que debe responsabilizarse la justicia, a mi parecer, esa educación viene de casa. Entonces, ¿El verdadero problema de la sociedad esta en la juventud o en quién, debe educarla?

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